La salida al campo por parte de los totaneros, la hicieron con la clara intención de que no se les complicara un partido ante un rival asequible, aunque técnicamente muy bueno.
Así, a los cinco minutos el delantero local Joaquín marcó el primer gol para el Olímpico; seguían los de Lillo tocando para llegar a la portería contraria y fruto de ello, a los veinte minutos de nuevo Joaquín marcaba para los totaneros. El tres a cero vino después de haber sido incompresiblemente anulado un gol a los locales; esta vez fue Sebas el que remataba dentro de la portería del Thader. Con este resultado acabó la primera mitad.
La segunda parte fue anodina, rozando el aburrimiento producido por la relajación de ambos equipos y el frío reinante. Lo único que animó la segunda mitad fue el nuevo sistema de juego que adoptaron los visitantes, poniendo la línea de defensa en el centro del campo. De no ser por la falta de acierto de los pases y delanteros locales, la goleada pudo ser mucho más amplia. Y llegó el minuto 90, en donde Joaquín conseguía su tercer gol, que significaba el cuarto de su equipo, con el que se llegaba al final del encuentro.